Ya es sabido que el pasado viernes 30 de septiembre de 2016 se aprobó en el BOE la ya polémica subida en los tipos del pago fraccionado del impuesto de sociedades (si quieren echarle una ojeada: http://boe.es/boe/dias/2016/09/30/pdfs/BOE-A-2016-8957.pdf ). Pues bien, la pregunta que a muchos empresarios les ha venido a la cabeza es ¿le afectará esta subida a mi empresa?. Bien, partamos de la base que las empresas que facturen por debajo de los 10 millones de euros anuales quedan excluidas de la subida.
El tipo a aplicar a partir de ahora, para estas empresas que están por encima del umbral de los 10 millones, será del 23%. Este pago hemos de considerarlo un anticipo, un pago a cuenta, es decir, no es una subida de impuestos propiamente dicha, sino que se adelanta un impuesto que después se ha de acabar pagando de la misma manera. ¿Dónde está la polémica, entonces? en que subiendo tipos se produce un aumento (más si cabe) de las tensiones en la tesorería de las empresas, ya maltrechas dada la coyuntura económica, desincentivando así la inversión y creación de empleo.
El gobierno trata de esta manera de aplicar maquillaje del bueno a las cuentas del Estado, obteniendo nuevas formas de financiación a corto plazo.
Problema, cuando una medida tomada genera tanto consenso en el sector empresarial de que va a ser perjudicial, es que lo será.
Paños calientes para unos (recordemos las prisas que está metiendo la UE para cuadrar presupuestos), agua gélida para otros.
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