domingo, 29 de abril de 2012

Algunos apuntes sobre la reforma laboral

Mucho se ha hablado estas semanas de la ya tan manida reforma laboral. ¿Es abusiva o insuficiente? ¿Era necesaria? Pues bien, para encontrar respuesta a las mil preguntas que nos genera, lo primero que hemos de hacer es huir de los extremismos y de las ideas preconcebidas, de los blancos y negros, ya que todo se puede resumir en un enorme gris.
Dicho esto, ante la pregunta de si era necesaria la reforma, la respuesta es un sí sin paliativos. La situación de la economía española era, y es, alarmante, y dar un giro a la situación es prioritario. Se pretende con ella incentivar la contratación de trabajadores, reducir la enorme tasa de paro que nos lastra. Para hacerlo, se adoptan una serie de medidas que abaratan el despedido y que incentivan las contrataciones indefinidas mediante bonificaciones y ayudas fiscales. Abaratando los costes de despido, se intenta que el empresario pierda el temor a realizar contrataciones, ya que le permite hacer despidos a un coste más que asequible cuando la situación lo requiera. El lado oscuro de esta medida es la alarmante perdida de derechos de los trabajadores al producirse el despido, afectando en especial a los que más años lleven dados de alta en su puesto de trabajo (algunas indemnizaciones son indecentes, después de una vida de servicio).
A la pregunta de si es suficiente, a los resultados nos tenemos que remitir. Sé que es ventajista que digamos esto habiendo pasado tan poco tiempo desde que se aprobó la reforma, y que la idea es que produzca efectos más a medio y largo plazo, pero lo cierto es que el nivel de desempleo no deja de aumentar. Si la reforma laboral no va acompañada de incentivos al consumo (Merkel??)y de una disminución de los costes de contratación (medida prevista de cara al 2013), ésta queda huérfana de los motores que realmente la harían efectiva. Por si no queda claro, insuficiente, más que insuficiente.
Desde un punto de vista subjetivo, estoy totalmente a favor de la reforma laboral emprendida. Pero la encuentro desasistida, asfixiada por la propia situación que pretende contribuir a solventar. Desde luego, hasta que el crecimiento económico no vuelva a acompañarnos, hasta que el consumo no mejore, en definitiva, hasta que la crisis no nos dé un poco de respiro, no sabremos hasta dónde puede llegar la eficacia de la reforma.

domingo, 22 de abril de 2012

Los bussiness angels y otras alternativas a los bancos

Cuando se es emprendedor, uno de los principales quebraderos de cabeza, sino el principal, es encontrar fuentes de financiación para llevar a cabo el proyecto. No nos engañemos, con tener una buena idea no siempre basta.
Es básico no depender exclusivamente de la financiacón externa, es decir, tener unos recursos propios con los que empezar a caminar. No siempre nos encontramos con esta situación idílica, ya sea por la ncesidad de hacer una inversión inicial muy importante, ya sea porque simplemente no disponemos de recursos propios. Llegados a este punto es cuando nos dirigimos humildemente a nuestra entidad bancaria a exponer con toda la ilusión del mundo nuestro proyecto, que por supuesto lo expondremos como totalmente rentable. La respuesta que obtendremos será por norma general la misma: el departamento de riesgo de la entidad estudiará la inversión. Traducción: a no ser que presentemos un proyecto totalmente maduro y con riesgo cercano a cero, no obtendremos la financiación deseada.
No nos rindamos de buenas a primeras. En este momento de crisis galopante nos toca tirar de imaginación... y de perseverancia. Existen otras muchas figuras a las que dirigirnos para obtener recursos.
Por un lado, si las necesidades de capital no son demasiado elevadas, los círculos cercanos, como familia y amigos, son a menudo una gran fuente de financiación. Ellos más que nadie confiarán en tu capacidad de trabajo y en el proyecto que quieres desarrollar. Las condiciones en las que prestarán el capital serán flexibles y beneficiosas para el proyecto. El inconveniente: a no ser que tengas un círculo cercano de gran poder adquisitivo, los recursos que te pueden prestar nunca serán grandes cantidades.
Por otro lado, si nuestras necesidades de capital son elevadas, podemos recurrir a las entidades de capital riesgo, o ángeles inversores (bussiness angels, como gusta de decir en círculos elevados). Son empresas y particulares cuya finalidad es arriesgar sumas de capital en proyectos que puedan considerar interesantes, y que a medio plazo les puedan reportar réditos importantes. Hoy en día estas figuras se están erigiendo en claves para entender el futuro económico empresarial español. De gran tradición anglosajona, poco a poco se están volviendo más habituales en nuestro país. Por supuesto, para poder acceder a ellos, hay que ser capaces de presentarles un proyecto atractivo, innovador, y lo más importante, con una rentabilidad futura bien definida.
Existen otros agentes de financiación en el mercado. Por un lado, los préstamos ICO, ya comentados en entradas anteriores, siguen vigentes. Son préstamos provenientes de capital público con un tipo de interés reducido. Inconveniente: se ha de pasar por el escollo del departamento de riesgo de los bancos de nuevo. También podemos entrar en la carrera frenética por tratar de conseguir una de las escasísimas subvenciones o ayudas del Estado; en este caso sólo cabe decir que si la viabilidad de nuestro proyecto depende de las ayudas públicas, mejor que nos dediquemos a otra actividad más saludable.
El emprendedor es un ser valiente, y sobre todo, imaginativo!

miércoles, 11 de abril de 2012

Y a todo esto, la web de Hacienda se ha colapsado

Parece de película cómica, o más bien de filme mediocre de serie B, pero es así.  Justo a la vuelta de las vacaciones de Semana Santa nos encontramos que la página web de Hacienda, http://www.aeat.es/ se ha colapsado, impidiendo al contribuyente hacer gestiones de ningún tipo. La explicación oficial es la coincidencia con el inicio de la campaña de borrador de la renta, que ha llevado a que muchos ciudadanos hayan querido darse prisa en confirmar sus borradores para tener derecho a cobrar cuanto antes la cantidad que les corresponda en la Declaración de la Renta. Lo cierto que ayer, 10 de abril, en muy pocas horas se habían confirmado más de 20.000 borradores, y hubieran sido más si la web en cuestión no se hubiera colapsado.
Se entiende que durante unas horas pueda producirse este fallo en el servidor. Incluso durante el primer día; lo alarmante es que la situación va ya en 2 días, y sin visos de arreglarse. Este apagón informático de la ventana de la Agencia Tributaria coincide en plena temporada de presentación de impuestos trimestrales para todas empresas y autónomos, la cual finaliza el próximo 20 de abril. Horror! Con gran dificultad para poder presentar impuestos al no poder acceder en condiciones al web, y a falta de otras soluciones más ingeniosas, tocará correr para presentar los tributos dentro de plazo, y quejarse, evidentemente, aunque sea en balde.
En definitiva, esta situación es reflejo de lo que vive la sociedad en estos momentos: prisas, incertidumbre, falta de respuestas, palos en las ruedas.
En momentos en los que el gobierno tiene entre ceja y ceja, como es lógico, reducir el déficit, contener la prima de riesgo, reducir el paro, y equilibrar toda una serie de variables macroeconómicas de nombres técnicos y complicados, el ciudadano, el hombre de la calle, tiene en general la sensación que todo se reduce a esquilmar sus derechos: recortes en sanidad, recortes en educación, recortes en servicios, despidos más baratos, etc.
Bien, todas estas medidas, aunque impopulares, seguramente son necesarias, y otras muchas que están por venir, para contener la ola que nos arrastra y que está a punto de engullirnos. Pero falla la comunicación. Falla que se explique punto por punto cada medida, falla la sensación de improvisación que se transmite. Falla lo importante, transmitir: trasmitir confianza, estabilidad, y mucha, mucha sensibilidad. La página web de Hacienda se ha colapsado, sí...