Dejamos atrás un año muy intenso a nivel de actividad y reforma económica, y entramos en un 2013 que continuará siendo complicado y que requerirá grandes sacrificios, según comenta el gobierno presidido por Mariano Rajoy. Lo cierto es que si nos tomáramos el respiro de subir a una alta montaña, y ver la panorámica que se nos plantea delante nuestro, podríamos ver algo muy parecido a lo que queda a nuestra espalda: alto nivel de paro, necesidad imperiosa de mayores ajustes para conntener y reducir el déficit, sombras de rescate acechando cual tormenta traicionera... nada nuevo?
Quizá el horizonte lejano parece que esté menos nublado, "2014 es el año de la salida de la recesión", nos dicen; pero las sombras continuan estando cercanas: la política impuesta por la UE de ajuste presupuestario deja poco margen para alegrías en el nuevo año. De hecho, es bastante probable que el nivel de paro aumente ligeramente, que sigamos teniendo un nivel de déficit público por encima de lo aconsejable, y que el nivel de deuda del Estado vaya a más... Cierto es también que estos índices económicos apuntan a que serán "menos malos" de lo que cabría esperar, pero todo son conjeturas.
La realidad es que el consumo de las familias va a la baja, que el comercio minorista cae en picado, y que el poder adquisitivo del español medio será más bajo. Economía de guerra, de subsistencia, de aguantar hasta la llegada de tiempos mejores es lo que nos queda. Y con todo, las exportaciones españolas crecen y sostienen el débil equilibrio económico, y las cifras del turismo mejoran año tras año. Vale, no son bases sólidas, como podrían serlo la investigación, industria potente o el uso de nuevas tecnologías, pero algo es algo. Es una rama donde agarrarnos, un impulso.
Dicen que allá en el fondo no se ven nubes...sigamos caminando!
Feliz año a todos!
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